Recorrimos caminos estrechos, montosos, pedregosos y hasta peligrosos, y no hemos encontrado mucho.
Hemos buscado atentos desde arriba fragmentos de vida, y al partir en su búsqueda, nos hemos sorprendido.
La gente local dice "aquí hay", pero no es necesariamente lo que esperamos encontrar.
"No hay" es la realidad.
"No hay" es la verdad.
Nos preguntamos cuánto tiempo más la naturaleza nos dejará apuñalar sus piernas, sus brazos, su cuerpo verde.
Nosotros nos preguntamos cuánto tiempo queda; ellos se preguntan dónde hay más para sobrevivir.
Es la realidad negra y blanca del bosque.
Las nuevas generaciones ya vienen; empujan fuerte. Y nosotros no tenemos mucho para recibirlos.
¿Qué cuentas hemos de entregar mañana cuando el sol salga y ya nadie lo reciba?
Vamos pisando fuerte y dejando huellas profundas, pero,
¿a cuántos les interesa?
No hay comentarios:
Publicar un comentario