Las montañas existen. Son una masa de árboles y de agua,
De una luz que se toca con los dedos,
Y de algo más que todavía no existe.
Penetradas del aire más solemne,
Nada como ellas para ser la tierra,
Siglos de amor ensimismado, absorto
En la creación y muerte de sus hojas.
Efraín Bartolomé.
Poeta de las Cañadas de la Selva Lacandona
Ocosingo, Chiapas, México.
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